El maíz es el cereal más cultivado en el mundo, y al mismo tiempo es un cultivo muy exigente en términos nutricionales y sensible al estrés físico y biológico. Esto hace que sea esencial un monitoreo preciso y constante del estado sanitario de la planta y de cualquier amenaza.
Su cultivo avanza cada vez más hacia una gestión agronómica basada en la digitalización para aumentar la productividad y la sostenibilidad. Basta pensar en el monitoreo con satélites y drones, el uso de modelos de predicción para la defensa, la posibilidad de elaborar mapas de tasas variables para la siembra y la fertilización.
Taladro del maíz y Diabrótica: ¿cómo defender el cultivo con modelos de predicción?
El maíz teme los ataques de los insectos, cuyas formas jóvenes se alimentan de la parte vegetativa de la planta provocando graves pérdidas. El daño es tanto directo como indirecto: además del causado directamente por la actividad del insecto que se alimenta de los tejidos vegetales, hay que considerar que las «heridas» abiertas se convierten en puntos de entrada ideales para las infecciones fúngicas-bacterianas.
El DSS de Agricolus para el maíz, MaysDSS, proporciona al agricultor modelos de predicción de defensa para el desarrollo en el campo del Taladro del maíz y la Diabrótica.
El Taladro del maíz (Ostrinia nubilialis) es una polilla polífaga, capaz de desarrollarse en diferentes plantas, pero que se encuentra comúnmente (y con gran decepción para quienes la encuentran) en el interior de los tallos del maíz.
El modelo estima la generación y la etapa de desarrollo, por lo tanto, la tendencia de las etapas individuales a lo largo del tiempo y el número de generaciones anuales del insecto, utilizando los datos de temperatura por hora.
La Diabrotica virgifera, por otro lado, es un insecto extraño (de origen americano) de la familia de los crisomélidos, un subgrupo de escarabajos cuya forma adulta es muy similar a la de las mariquitas. Las larvas se alimentan del sistema radicular de la planta.
También en este caso el modelo estima la distribución de la población en las distintas etapas de desarrollo utilizando los datos de temperatura horaria.
Además de los modelos, también es posible monitorear y visualizar la situación de las trampas y capturas: esto permite comprender mejor y seguir el comportamiento estacional de los insectos.
Saber cuándo y cómo intervenir es una estrategia fundamental para garantizar la sostenibilidad de la producción y realizar una gestión agronómica eficiente.